¿Quién no se ha aquejado de dolor lumbar? La zona lumbar de la columna vertebral afecta y afectará en mayor o menor medida al 80% de la población.
Cuando se presenta es doloroso y claudicante. Nos obliga a estar inmóviles, y en ocasiones ni así logramos aliviarnos. Y es una de las principales razones de consulta médica.
En general, a nivel facultativo, se relaciona con alguna hernia discal, alteración en la posición natural de la columna vertebral (escoliosis) o desplazamiento del cuerpo vertebral (espondilólisis, espondilolistesis).
La buena noticia es que más del 20% de las hernias discales no presentan síntomas, no reflejan dolor. Lo mismo ocurre con aquellas escoliosis leves.
El dolor aparece cuando menos lo esperamos, en muchas ocasiones se presenta sin haber hecho un esfuerzo, o simplemente al cambiar de posición: al estar sentados e intentar ponernos de pie, rotar en la cama, al flexionarnos para recoger algo. Siempre está mediado por un mecanismo neurológico que activa la respuesta nerviosa y desencadena el dolor.
Hasta el instante previo nos sentíamos plenos, activos, útiles; y en cuestión de segundos, pasamos a un estado pasivo, mediado por la claudicación funcional.
Intentar seguir en actividad
Pese a que es justamente lo más difícil de realizar, hay que intentarlo. El reposo en cama, ha sido durante mucho tiempo la primera recomendación médica. Hoy en día no está indicado, debe ser mínimo y hay que lograr ponerse de pie a la mayor brevedad, para acelerar la recuperación.
La actividad es necesaria y, dentro de lo posible, hay que intentar volver a la rutina. Pero no repetir posturas o esfuerzos que puedan exacerbar el dolor.
Conocer normas de higiene postural evitarán empeorar la situación prevendrán futuras recaídas: siempre hay que intentar pasar de la sedestación a la bipedestación (de sentado a parado) apoyando las manos sobre las piernas, sobre los cuádriceps femorales. Hay que flexionar las rodillas para agacharnos y no la espalda. Hay que evitar recostarse en el sofá, y mantener el cuerpo a noventa grados. Evitar cargar peso y controlar cualquier esfuerzo físico.
En la primera etapa ayuda las compresas frías y también un masaje para descontracturar la musculatura paravertebral, pero sobre todo los músculos de la parte posterior de la pierna: los músculos propios del glúteo, también los isquiotibiales y el gastrocnemio (gemelos).
Las contracturas musculares acompañan a la mayoría de los dolores lumbares.
La opción farmacológica abarca tanto a los analgésicos, antiinflamatorios, como a los relajantes musculares.
Prevención del dolor de espalda
Conocer normas de higiene postural.
Ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda.
Actividad física acompañada, previamente y al finalizar, por ejercicios de estiramiento o elongación de piernas y tronco.
Evitar el sobrepeso, mantener una alimentación saludable.
Staff Médico
Vivo con dolor de espalda, creo que es lo peor que me está sucediendo desde hace más de 5 años. He perdido el sentido de humor, he perdido amigos, he perdido incluso el trabajo que tenía. Para mí, representa el 100% de mis problemas.
Hola, Esther, te proponemos que te comuniques con nosotros, mediante el email:atlascorp.acn@atlascorp.es y nos brindes más información sobre tu cuadro actual: tiempo del dolor, si es permanente, nivel de intensidad del 0 al 10, zona especifica del cuerpo afectada y si se irradia hacia otras zonas. Si presentas alguna enfermedad, si tienes sobrepeso u obesidad, medicación actual, etc. Información que nos será de suma importancia para poder darte sugerencias y propuestas que te ayuden a mejorar tu calidad de vida.
Cordialmente
Staff Médico
atlascorp
Lei y la nota y vi que había una opción para alcanzar una alimentación saludable, creo que me vendrá muy bien. Mi dolor de espalda se ha intensificado desde que gané 25 kilos de peso. Aprovecharé para ver que es magnesium acn 5. Gracias
Interesante entrada. Y muy interesante este producto de 5 sales de magnesio. Tengo varias dudas, pero se las haré por correo electrónico.
Gracias