Entre las actividades deportivas, una de las que más se ha incrementado, es correr, aunque se la conozca más por running, estamos ante una práctica deportiva que enamora a cientos de millones de personas de todas las edades a nivel mundial. Y en ocasiones, al no hacerlo con el calzado adecuado, en un terreno que permita una mejor amortiguación e incluso sin la debida preparación física y programación del ejercicio, y con cierto sobrepeso u obesidad; se termina provocando un estrés reiterado de la articulación, que incluso puede conllevar a una fractura por estrés de la cadera/fémur (representa aproximadamente al 7% de las fracturas que aparecen en los runners).
Aunque es más común encontrar una inflamación de las bursas (sacos sinoviales llenos de líquido que amortiguan los tendones, los ligamentos y los músculos). Y se pueden afectar cualquiera de las dos bursas: el trocánter mayor, que recubre la cabeza femoral, y el psoas-ilíaco, situado en la región inguinal de la articulación. Siendo lo más habitual la bursitis trocantérea.
¿A quién afecta con más frecuencia?
La bursitis puede afectar al 10 % de los corredores. Es más frecuente entre las mujeres. Y es la entidad que tiene más incidencia en las caderas luego de la artrosis.
Al inicio puede cursar con un dolor leve, localizado en la cadera, y que puede aumentar al intentar levantar peso, subir escalera, o volver a la actividad deportiva. Puede presentar inflamación de la zona afectada y aumento de la sensibilidad, dificultad para caminar y rigidez en la articulación.
En esta etapa está indicado evitar realizar actividades que empeoren los síntomas, tomar analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, aplicar hielo durante los primeros días, evitar acostarse del lado de la lesión, usar calzado cómodo, tratar de no estar parado mucho tiempo.
Si pese a estas indicaciones el dolor no ha cedido se puede determinar por su facultativo realizar infiltraciones con corticoides.
Una vez que el dolor disminuya puede realizar fisioterapia. Necesita fortalecer la musculatura afectada. Y si estaba con sobrepeso y aprovechó este tiempo para comenzar un plan de adelgazamiento, habrá creado mejores condiciones articulares, que frente al running, disminuirán la sobrecarga y el impacto en las caderas. De esta manera estará colaborando para que la bursitis no reaparezca.
Staff Médico
Me levanto temprano y salgo a correr a diario. Me rectifico, salía a correr. Desde que el médico me dijo que tenía bursitis y que debía perder 30 kilos para poder hacer running sin lesionar las caderas, me he dedicado a intentarlo. Aprovecharé para estudiar el plan de adelgazamiento que sugieren.
¡Gracias!
He padecido muchos años de bursitis, y en general lograba mejorar haciendo reposo y con ibuprofeno. Se entiende por mi comentario que no era muy asidua a visitar a los médicos. El día que me hija me obligo a ir, el comentario que recibí del profesional me terminó por desmoralizar: «María deje de correr o tendrá que pasar por el quirofano» Y María dejó de correr y se puso a caminar, y la verdad que el cambio me ha venido muy bien. Ya han pasado 5 años de esto y todavía no he pasado por el quirofano, aunque no puedo negar que me esforcé por perder muchos kilos que me sobraban, dejé de fumar y comencé a comer sano.