Eres de las personas que muy a menudo padece la sensación de hinchazón abdominal, o tal vez se te alternan periodos de estreñimiento con diarreas; y tienes cólicos y molestias en el estómago o mucha flatulencia. En estos casos, es hora de pensar que presentas una flora intestinal dañada.
¿Por qué se ha dañado la flora intestinal?
El punto de partida lo hallaremos en la alimentación. Y en orden de importancia, es determinante el azúcar, tanto la glucosa como la fructosa (jarabe de maíz) y la sacarosa, son dañinos para la flora intestinal, provocan el desequilibrio de la microbiota alterando algunos genes bacterianos. Estos azúcares simples abundan en los zumos “naturales”, los refrescos, en la bollería, e incluso en los productos procesados, que también llevan una cantidad importante de azucares simples.
La lista de alimentos perjudiciales para la flora intestinal es más extensa, podemos agregar los embutidos, los platos precocinados, e incluso la proteína de origen animal, ya que los animales de consumo requieren una alta dosis de antibióticos que terminan formando parte de la alimentación humana y que dañan la flora intestinal. Tampoco podemos dejar de lado a las bebidas alcohólicas.
Y lo notaremos al presentar cólicos y molestias en el estómago, la sensación de hinchazón y flatulencias.
¿Cuál es la importancia de mantener la flora intestinal?
La mucosa gastrointestinal constituye la principal superficie de intercambio y comunicación entre el medio interno y externo. Esa actividad del tracto gastrointestinal nos brinda dos grandes beneficios, la nutrición y la defensa. Y para ambas funciones son determinantes las comunidades microbianas que colonizan el intestino. Esa microflora es un órgano más y es indispensable para la vida.
La flora intestinal nos brinda funciones de nutrición y metabolismo, funciones de protección y funciones tróficas: nos permite acceder a ciertos ácidos grasos, a la producción de vitaminas y favorecen la absorción de hierro y calcio. Evita el desarrollo de bacterias oportunistas con potencial patógeno y previene la invasión de agentes infecciosos. También colabora en la proliferación y diferenciación de las células epiteliales.
Probióticos y cambios en la alimentación mejoran la flora intestinal
Nuestra flora intestinal está compuesta por 100 billones de bacterias, siendo las predominantes los Lactobacillus y las Bifidobacterium, ambas representan más del 80% de las bacterias intestinales.
Esta flora intestinal se recupera aportando probióticos a nuestra alimentación (principalmente lactobacillus y bifidobacterium) y realizando un cambio completo en los hábitos alimenticios, partiendo de la base que una alimentación variada, en donde podamos enfocarnos en aquellos productos que no contienen aditivos, conservantes, edulcorantes y colorantes (frutas, verduras, legumbres, tubérculos, cereales, ciertos lácteos, huevos, frutos secos, el agua y carnes al corte con moderación), son la puerta de entrada para regenerar la flora intestinal.
Staff Médico